El tratamiento de la distonía no es de talla única y debe personalizarse para cada individuo. Aunque todavía no hay disponible un tratamiento específico ni la cura de la enfermedad, existen opciones de tratamiento disponibles que en algunos casos ayudan a que los síntomas sean más llevaderos.

El propósito del tratamiento es disminuir los síntomas que generalmente son más incapacitantes como los espasmos musculares, dolor, movimientos / posturas involuntarias y fatiga entre otros. El objetivo final es mejorar la calidad de vida del paciente y evitar efectos secundarios indeseados.

En la mayoría de los casos, el médico apropiado para tratar la distonía es un neurólogo especializado en trastornos del movimiento. Establecer un plan de tratamiento requiere una comunicación fluida y cercana tanto por parte del individuo afectado como del médico.

A menudo se requiere una combinación de terapias para tratar la distonía de manera efectiva, por lo que siempre es recomendable acudir a un centro hospitalario que disponga de un equipo multidisciplinario bien coordinado.

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