Además de los tratamientos tradicionales, existen métodos no farmacológicos que un especialista en trastornos del movimiento puede recomendarte.
Estos tratamientos no farmacológicos comprenden terapia física y ocupacional, así como terapia del habla o de la voz, siempre que sean convenientes. La aplicación de estos tratamientos mejoran la calidad de vida del individuo, junto con técnicas que ayudan a lograr una mayor conciencia y control sobre el cuerpo. Para aclarar cualquier cuestión, no dude en preguntarle a su especialista en trastornos del movimiento acerca de los siguientes enfoques no farmacológicos:
Terapia ocupacional (TO) es el uso terapéutico de las actividades de cuidado, trabajo y juego para incrementar la independencia funcional, aumentar el desarrollo y prevenir la incapacidad; puede incluir la adaptación de tareas o del entorno para alcanzar la máxima independencia y para aumentar la calidad de vida.
Fisioterapia. Apoyando la importancia y el papel fundamental que ha mostrado la teoría de la Red Motora y el aprendizaje motor, la reeducación del movimiento mediante la activación de patrones de estabilización y control motor puede resultar una diferencia significativa. Es recomendable que cuente con un fisioterapeuta especializado en afecciones neurológicas y especializado en distonías.
Terapia del habla y/o de la voz. La terapia conductual (terapia de la voz) puede reducir los síntomas en algunos casos y puede funcionar junto con las inyecciones de toxina botulínica a reducir la tensión de la voz. Existen especialistas como logopedas y foniatras que trabajan las distonías que afectan a la voz y/o el habla.