Tratamientos

ESTIMULACIÓN CEREBRAL PROFUNDA

 

La estimulación cerebral profunda (DBS) es un tratamiento que se utiliza para corregir la actividad eléctrica anormal en el cerebro que causa trastornos del movimiento neurológicos, donde se incluyen la enfermedad de Parkinson, la distonía (caracterizada por espasmos musculares) y el temblor esencial (caracterizado por movimientos incontrolables). Para los pacientes que no responden a los tratamientos farmacológicos orales, la DBS puede ser una opción segura y eficaz. Es importante puntualizar que no todas las personas son candidatas a recibir esta terapia, por lo que un estudio realizado por un neurólogo experto en trastornos del movimiento, determinará si la persona afectada es candidata para la neurocirugía de estimulación cerebral profunda (DBS).
La terapia de estimulación cerebral profunda para el control de la distonía emplea dispositivos médicos implantados quirúrgicamente, semejantes a los marcapasos cardíacos, para administrar estimulación eléctrica (modular el ‘latido’ anormal de las neuronas) en zonas específicamente señaladas en cada lado del cerebro que participan en el control motor. El objetivo de esta neurocirugía es reducir los espasmos musculares indeseables (distonías, mioclonías, temblores) y mejorar la actividad motora voluntaria durante la manipulación, la marcha y la coordinación de los movimientos en general, de manera que la calidad de vida del paciente mejore.
La intervención se realiza en adultos, adolescentes y niñas y niños mayores de 6 años que sufren trastornos de movimiento de intensidad moderada o grave con un impacto negativo en la calidad de vida, y que no presentan otros problemas neurológicos graves asociados. La unidad de estimulación cerebral profunda pediátrica del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, es la única unidad acreditada pediátrica que existe hasta la fecha en todo el territorio español.
¿En qué consiste la neurocirugía?
Para poder llevar a cabo la intervención, antes de la cirugía se hace una resonancia magnética al paciente. Después, el día de la intervención quirúrgica, el equipo de neurocirujanos planifica, a través de un software de neuronavegación, las coordenadas que permiten posicionar los electrodos en el núcleo del cerebro que se desea estimular sobre la imagen de la resonancia magnética (RM) cerebral del paciente. Paralelamente, con el paciente anestesiado en el quirófano se le coloca sobre la cabeza un marco de estereotaxia.
A continuación, se realiza una tomografía computadorizada (TC) al paciente y se fusionan las imágenes de la RM y la TC para obtener las coordenadas donde situar los electrodos.
A través de dos incisiones frontales, se introducen los electrodos hasta el núcleo del cerebro que se quiere estimular, y se implanta la extensión que conecta los electrodos con el neuroestimulador (batería) por debajo de la piel detrás de la oreja hasta el abdomen.
Una vez el sistema está implantado, se realiza una nueva TC para comprobar la localización de los electrodos y descartar complicaciones.
¿Cómo funciona?
La Terapia para el control de la distonía actúa estimulando eléctricamente estructuras que están ubicadas en la zona interna del cerebro y que están implicadas con el control motor. Esta neurocirugía ayuda a controlar y reducir los síntomas de la distonía. La estimulación eléctrica es enviada del dispositivo emisor a ciertas áreas muy bien definidas del cerebro por finísimos alambres aislados y es entregada por medio de electrodos especiales a las áreas deseadas. Estos impulsos eléctricos alivian los síntomas de la enfermedad en ambos lados del cuerpo y los pacientes experimentan grandes mejoras al recuperar el control de sus movimientos.
Es importante entender que esta terapia mejora los síntomas, pero no cura la enfermedad que los produce. Tampoco soluciona los problemas de salud mental que pueda tener el paciente, aunque cuando la estimulación es muy efectiva y mejora los síntomas motores y el dolor, puede producir cambios muy positivos en la calidad de vida del paciente.
Componentes del sistema DBS
El sistema DBS es implantado dentro del cuerpo del paciente e incluye las siguientes partes:
Electrodos: Set de cables médicos delgados, flexibles, aislados y que en su punta poseen contactos donde se libera la energía. Traslada la electricidad desde el dispositivo emisor hasta los electrodos que distribuyen la estimulación dentro del cerebro.
Extensiones: Set de finos alambres cubiertos con una capa protectora que conectan los electrodos al neuroestimulador. Estas extensiones se conectan a los electrodos justamente detrás de la oreja (o donde el médico decida) por debajo de la piel hasta el área pectoral o abdominal donde se conectan con el neuroestimulador. Por cada electrodo se debe colocar una extensión.
Neuroestimulador: Un dispositivo que contiene una batería y un sistema de circuitos microelectrónicos. Este aparato se implanta debajo de la piel en el área cerca de la clavícula o el abdomen y genera señales eléctricas que se administran a través de la extensión y el electrodo a las estructuras señaladas en las zonas profundas del cerebro. El neuroestimulador tiene dimensiones semejantes a un marcapasos cardíaco. Los pulsos y la programación del dispositivo emisor se realizan de forma inalámbrica por medio de un ordenador dedicado exclusivamente para el manejo del dispositivo.
Programador para el paciente: Un dispositivo semejante a un mando le permite al paciente encender o apagar el dispositivo en caso de que sea necesario, así como verificar el nivel de carga de la batería en los dispositivos recargables, para evaluar que en todo momento el dispositivo tenga carga, así como le avisa cuando el dispositivo se acerque al final de su vida útil.
Programador para el médico: Control que permite al médico hacer los ajustes para su terapia, es decir, aumentar o disminuir los parámetros de electricidad utilizados durante su tratamiento, evaluar cómo ha sido la recarga de su sistema (en el caso que sea recargable), entre otros.
Beneficios
Reducción significativa de los síntomas de la enfermedad
Reduce la necesidad de medicaciones orales
Reduce los efectos secundarios de las medicaciones orales
No implica cambios permanentes en las áreas del cerebro del paciente
Se puede ajustar para proporcionar diferentes niveles de estimulación según las necesidades
Es reversible: su médico puede desactivar o retirar el sistema
Riesgos
La intervención es realizada por un equipo de profesionales dirigido por un neurocirujano especializado en cirugía estereotáxica. Los doctores consideran que es una intervención de riesgos muy bajos. Las posibles dificultades son las siguientes:
La implantación del Sistema de DBS por ser un procedimiento quirúrgico conlleva los mismos riesgos asociados que cualquier otra cirugía cerebral, los cuales incluyen, entre otros:
Hemorragia: Extremadamente raro. En la mayoría de los casos el sangrado es pequeño y no produce ningún síntoma.
Infección o rechazo del dispositivo. Muy poco frecuente.
Problemas de confusión o de atención en las primeras horas después de la cirugía que desaparecen progresivamente.
Infección de las heridas. Poco frecuente.
 Recambio del dispositivo
Los DBS están diseñados para trabajar de forma continua los años de su vida útil. Posterior a este periodo de tiempo, es necesario hablar con su médico sobre los procedimientos de recambio del dispositivo, donde solamente deberá cambiar el neuroestimulador, el resto de los componentes del sistema no es necesario tocarlos.
Información para familias sobre la neuroestimulación cerebral en niños y adolescentes con distonía